miércoles, 1 de diciembre de 2010

Qué pasó en el clásico

El que tenga ojos que vea y el que no, le presto los míos y mi copia del DVD del clásico: temporada '10, en el Camp Nou. Un día que no olvidaremos jamás. 29-11-2010.

Quiero compartir dos notas de distintos profesionales del periodismo deportivo. Una es la nota de Tomás Roncero un madridista de los que dan pena ajena, y en segundo lugar de un tipo que ama al fútbol y que cuando abre la boca nos deleita con su verbo, me refiero al argentino Juan Pablo Varsky.

En el primer párrafo Tomas Roncero, habla de la superioridad (innegable) del Barcelona, en este juego reciente, sin embargo en el segundo, ay Dios, la soberbia lo arropó y le puso una manta en los ojos... He Aquí la nota en cuestión:

30 noviembre 2010

Por Tomás Roncero

El lunes negro que tardaré en olvidar

Pasan las horas y el 5-0 sigue escociendo como una daga clavada en el corazón. Lo peor no fue perder por un resultado tan escandaloso, sino la sensación de debilidad anímica y futbolística que transmitió el Madrid de Mourinho en todo momento. Si algo ha hecho bien el portugués desde que llegó es reactivar el ardor patrio y el orgullo guerrero del equipo. Por so sorprendió más lo sucedido en el Camp Nou. Pero es el momento de apelar a cuestiones que van más allá de lo futbolístico. El Barça es ahora superior en juego y posee futbolistas en estado de gracia. La única manera de acortar las distancias es rescatar el Espíritu de los Juanito, Camacho, Stielike y Santillana. Gente sin complejos, brava, directa, que no admitía regatear un solo esfuerzo. El Madrid de Mourinho debe recuperar las esencias que hicieron del Madrid un equipo temible. El Barça ha fomentado un proyecto a base de cantera, lo que le ha dado una identidad añadida.

Pero me niego a arrojar la toalla. En 1974 un niño llamad Roncero vio un 0-5 del Barça en el Bernabéu y a los pocos meses les devolvimos la moneda en la final de Copa, con un 4-0 al Barça en el Calderón. El Bernabéu ayudará en esta reconstrucción anímica tras el cornadón del lunes. Esto es muy sencillo. La afición está por la labor de arropar más que nunca al equipo, porque asume que el rival tiene una superioridad que sólo se podrá paliar con actitud y compromiso. Además, el Barça cometió un grave error. No supo ganar. La gamberrada de Guardiola con Cristiano, el fingimiento de agresión de Messi con Carvalho y las manitas de Piqué, Puyol y Valdés están frescas en las retinas de millones de madridistas. Que perdonan, pero no olvidan. Esto da muchas vueltas y el 16 de abril deben verse las caras en el Bernabéu. Ahí les quiero ver con sus manitas y sus sonrisitas burlonas. Ahí deben sacar pecho y presumir de mejor equipo del mundo. Ahí aparecerá el Madrid del orgullo, el que muere por esta camiseta. El herido está en la UCI y grave, pero el Madrid es como José Tomás. Después de ver los ojos de la muerte, ha vuelto a poner la plaza patas arriba y ha cortado las dos orejas y el rabo. Yo no me rindo, y miles de mensajes de madridistas que me han llegado me dicen que ellos tampoco. Ahora sólo falta que el equipo y el propio Mourinho sepan estar a la altura del mejor club de todos los tiempos. Ánimo, amigos. Qué horror. Vaya cruz. Que lunes más negro…


Bueno, Juan Pablo Varsky, un tipo que entiende el fútbol como pocos, escribió lo siguiente en su crónica para canchallena.com.


La Perfección Futbolera existe

Por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

La perfección existe. Lo ha demostrado Barcelona, el mejor equipo que he visto en mi vida. Ya juega para la historia. Pasará mucho tiempo antes de volver a ver un equipo como éste. Disfrutémoslo, mientras dure. Antes del primer gol, ya había reducido a su clásico rival a una millonaria versión de Almería. Obligados por ese asfixiante pressing catalán, los de Mourinho se acurrucaron contra Casillas desde el primer minuto. Guardiola engañó a Mou con la posición de Messi, más retrasado para mantener ocupados a los mediocampistas Khedira y Xabi Alonso. Mientras Leo demandaba toda la atención, Xavi e Iniesta se adueñaron de la zona. Busquets se tragó a Özil. Servido por Iniesta, Xavi, figura con 11 puntos, definió a lo Messi. Si alguna vez el 6 y el 8 se enfrentaran en una cancha, terminarían pasándose la pelota aun con camisetas distintas.

El segundo gol fue una maravilla. Incluyó 22 pases. La tocaron todos. Un extremo desbordó (Villa) y el otro (Pedro) hizo la diagonal para meterla debajo del arco. El Madrid corría detrás de la pelota, sin agresividad. El Barça la perdía después de 170 toques y la recuperaba en 30 segundos. Mourinho puso a Lass Diarra por Özil. Pero Messi empezó a moverse a la espalda del trivote blanco e hizo un desastre. Antes de sus dos pases gol para Villa, había dejado a Xavi mano a mano contra Casillas. No necesitó marcar goles para demostrar que es el mejor de todos. Merece el Balón de Oro.

Con el 4-0, Barcelona manejó la pelota con un festival de paredes, tacos y triangulaciones. Sólo Leo gambeteaba. El resto la tocaba mientras su rival confundía garra con nervios. El Madrid nunca se olvidará de esa sandunga, de ese baile. Como si el Barça le hubiera dicho: "no te voy a hacer más goles pero el castigo será aún peor". Y lo fue. La imagen de Casillas con los brazos cruzados en pleno partido es demoledora. Y casi sin querer llegó el quinto para igualar el resultado del 94 con los tres de Romario y Pep en la cancha. La criminal patada de Ramos a Messi expresó el patetismo blanco. Este 5-0 es un tesoro. Para guardar y volver a ver mil veces. Para confirmar que la perfección futbolera existe.


Sí Varsky, es el mejor equipo que hemos visto en la vida, y tú tambien Roncero, aunque te duela y te cueste admitirlo.


¿Qué opinan ustedes?

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